–¡Quiero la verdad! El dinero que me pides ¿es para dárselo a tu amante?
Con gran amargura Dionne volvió a Francia para pedir ayuda a su marido, que tres años antes la había abandonado.
–¿Qué buscas? –le preguntó él, despectivo–, ¿Dinero? Debes estar desesperada por tu amante, puesto que te urge tanto. Haré un trato contigo: yo te doy el dinero y tú volverás conmigo.
Ella lo amaba, pero a pesar de todo no podía aceptar sus humillantes condiciones...
–¿Qué buscas? –le preguntó él, despectivo–, ¿Dinero? Debes estar desesperada por tu amante, puesto que te urge tanto. Haré un trato contigo: yo te doy el dinero y tú volverás conmigo.
Ella lo amaba, pero a pesar de todo no podía aceptar sus humillantes condiciones...
0 comentarios:
Publicar un comentario