Joanna viajo a Grecia para visitar a su padre a quien no habia visto desde que era niña y quien estaba al borde de la muerte. El encargado de llevarla junto a el era Dimitri Kastro y pronto se sintio atraida por el. “Soy un Solitario” –le habia dicho Dimitri sarcasticamente- “No quiero a ninguna mujercita que me caliente las sabanas en invierno y me cocine resetas exoticas”
Joanne se sentia furiosa, tanto con ella misma como con él, ahora era inutil especular preguntandose que podia haber pasado si no le hubiera escrito esa carta; pero no podia entender como repentinamente todo parecia ir mal.
0 comentarios:
Publicar un comentario