¿Se había convertido en novia por conveniencia?
Harriet
no tenía el menor interés en atrapar a un marido rico, pero su
tiendecita tenía tantas deudas que se sintió tentada a aceptar la
proposición del guapísimo millonario italiano Marco Calvani. Si
regresaba a Roma con él, Marco le prestaría el dinero necesario para
saldar sus deudas. Y, si se casaban, se olvidaría de dicho préstamo.
Marco
era muy persuasivo, por no hablar de su irresistible atractivo; así que
Harriet accedió a ir a Roma. Y estaba dispuesta a seguir adelante con
el matrimonio... pero sólo si estaba basado en el amor y no en la
conveniencia.
0 comentarios:
Publicar un comentario