Elinor
tenía que tomar una difícil decisión, ya que el cirujano Andrew Blake
le había pedido que vivieran juntos... Sabía que sólo se trataba de un
favor: era un padre soltero muy necesitado de ayuda. No era como si le
hubiera pedido que se casara con él. El problema era que eso ya lo había
hecho una vez y habían estado a punto de casarse...
¿Debería
arriesgarse e irse a vivir con el hombre al que una vez tanto había
amado, el hombre que le había salvado la vida a su hija? Por otra parte,
vivir bajo el mismo techo como marido y mujer sería una tentación
demasiado grande...
Casados en todo... menos en lo más importante.
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