El primer encuentro de Libby Marchant con el hombre que se convertiría en su jefe acabó con un accidente de coche.
La imprevisible y atractiva Libby desquiciaba a Rafael. Afortunadamente, era su empleada y podría mantenerla a distancia. Al menos, ése era el plan. Pero, muy pronto, su regla personal de no mezclar el trabajo con el placer iba a resultar seriamente alterada. Y lo mismo su primera intención de limitar su relación a un plano puramente sexual...
0 comentarios:
Publicar un comentario