Segundo paso: prepararle hígado para cenar. Ni siquiera el perro podría tragarse las cenas de Jane; aun así, Will se lo comía todo sin protestar, ¡y además la quería a ella como postre! Tercer paso: redecorar la casa en color rosa. Ni las toallas rosas, ni los cojines rosas ni las cortinas rosas desconcertaron a Will.
Kate Hoffmann - Legalmente Suya
Segundo paso: prepararle hígado para cenar. Ni siquiera el perro podría tragarse las cenas de Jane; aun así, Will se lo comía todo sin protestar, ¡y además la quería a ella como postre! Tercer paso: redecorar la casa en color rosa. Ni las toallas rosas, ni los cojines rosas ni las cortinas rosas desconcertaron a Will.
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