Adam Cabot había vuelto a aparecer en la vida de Georgia, decidido a reclamarla como su novia, pero eso no entraba en los planes de la joven. ¿No había conseguido, por fin, sobreponerse a su amor por él e iba a casarse con Steven, un hombre considerado y rico? Adam había destrozado el corazón de Georgia y ahora pensaba que, con sólo decírselo, ella iba a arrojarse a sus brazos y a... meterse en su cama. Por supuesto, Georgia no estaba dispuesta a ello. Pero... ¿por qué le resultaba tan difícil negarse?
0 comentarios:
Publicar un comentario