Nadie iba a llevarse a la sobrina de Savannah Roberts, y menos Jake Stone, que aseguraba ser el hermano de la niña. Savannah tenía la custodia legal y nadie iba a cambiar eso, ni siquiera los sensuales sentimientos que le provocaba ese duro ranchero.
Cuando Jake quería algo, o a alguien, lo perseguía con pasión. Y en ese momento Jake quería llegar a conocer a su hermana… y a su seductora tía. Pero la belleza sureña estaba decidida a resistirse… y parecía que Jake iba a tener que enseñarle lo que significaba una dulce rendición.
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